Los viejos celos siguen corroyendo como el primer día, en realidad como el segundo, el primero.. el primero había fe. La vieja superstición, el ego enfrentado al vacío,  creerme invencible y triunfador.

Todo eso esta tan lejos, pero las semillas surgieron de las cenizas mas de una vez. Y mis manos no se acostumbran al silencio y a este teclado de un notebook nuevo. y mis ojos arden en la noche del insomnio.

Los viejos símbolos han sido abandonados, ya no quedan ventanas que dan a la luna, ni hay un cigarro en mi boca mientras tecleo. hay un vaper eso si, como le corresponde a un ciudadano del siglo XXI

Mis textos, mis palabras fueron arrojadas al mundo y este respondió con una critica aguda y una sonrisa de suficiencia. Al menos no me freno ese viejo miedo al éxito, o dicho sinceramente a no encontrar tu abrazo durante la celebración.

y sin embargo, me sumergo en dudas recicladas, en miedos ya canosos y sospechas trasnochadas, es increible como a pesar de todo lo que ha pasado, las viejas verdades incomodas siguen doliendo.

y yo estoy aqui mirando la pantalla, despues de noches y noches de mirarla, buscando una ventana o una salida, o al menos el reflejo de una oportunidad de no mirarme a mi mismo.

mis relatos son cada día mas hermosos.

mis relatos duelen cada día mas.

por que hay que ahondar, buscar bajo la superficie, bucear en las aguas tranquilas del lago y sumergirse hasta los más profundo donde residen las anemonas que florecen en el dolor sosegado, pero nunca olvidado.

Estoy cansado, y no quiero seguir, quiero volver a mi vieja vida, pero a cual? hace dos años cuando vivía solo?  hace 10 cuando la amelia era una niña pequeña? a la adolecencia cuando todo dolia, pero todo era hermoso, cuando bastaba un abrazo y una sonrisa para acallar los demonios, abrazar una cintura y oler un cabello y sentir de algun modo que todo tenia sentido?

Entonces escribir y escribir, con valor, y no soltar nunca el teclado. pero de donde saco inspiración? como escribir un poema, sin que surja el mantra implacable de una vieja herida aun sangrante?

Entonces busco entre las miradas de la poca gente que vive en este pueblito perdido, miro los culos de las mujeres que pasan por aquí, buscando un atisbo de excitación, y encuentro polvo y cenizas.

Los grandes hombres solo aman una vez, soy nietzche amando a salome.

pero el sexo es otra cosa no? he amado a tanta gente, tres mujeres, mis padres, mi hermana, mi hija y mi gata, y he tenido sexo con tanta gente... y sin embargo las personas que se superponen son solo tres.

no basta para establecer ninguna relación.

Entonces busco entre las mujeres, una sonrisa que me llame la atencion, un gesto, una palabra que resuene en mi conciencia, buceo por siluetas y espinas hasta que encuentre algo reluciente, una mirada, unos dientes rectos, una mano pálida.

y tengo miedo, tengo tanto miedo por mi hija, y no hay nadie a quien hablarle de eso, no hay ningun salvoconducto a una tierra de leche y miel donde cerrar los ojos, derramar lagrimas y gritar hasta expulsar los pulmones. tengo tanto miedo que me paraliza, si al menos hubieran unos senos blancos, unas piernas en las que recostar la cabeza. pero pensar así es objetivizar, no de manera sexual, que en el fondo cualquier ser pensante se daría cuenta que es la forma mas irrelevante de objetivización. sino de una manera en que la mujer se vuelve una almohada, un calmante y un antidepresivo, una moneda gastada, una vasija en que derramar el alma.

no se puede pedir sin estar dispuesto a ofrecer.